martes, 23 de marzo de 2010

Madurez

Ayer por la mañana platicando con mi hermana hablábamos de ciertas corrientes psicológicas enfocadas al cambio y sus efectos en las personas. Todo comenzó hablando de la política, las próximas elecciones y como el IFE hace campañas publicitarias para evitar el abstencionismo. Sin embargo coincidimos en que ya no tenemos las mismas creencias e ilusiones como cuando éramos jóvenes y considerábamos que podíamos cambiar el mundo, hoy en día es un poco diferente. Afortunada o desafortunadamente yo no podré votar en estas elecciones, aunque mi voto ya estaba decidido y cargado por intereses propios mas que por creencias a una mejora.

Pues bien en mi vida nunca he creído en los cambios mágicos y de ahí viene que considero que tengo un enfoque humanista ya que creo que para lograr un cambio primero tengo que cambiar yo y así cambiare al mundo, ahora que ya no soy aquel como me hacia llamar en un viejo discurso un joven idealista y soñado, mas bien he caído a ser un joven adulto mas consiente de que no todo se puede y de que lo que uno busca lo obtendrá con trabajo.

En realidad no se si creer en los cambios, si los cambios ya dichos son reales o son como todas las promesas de campaña de los candidatos, lo que si se es que si queremos un cambio y esperamos sentados a que llegue podremos desperdiciar toda nuestra vida con la ilusión de que llegue y moriremos con la esperanza, ya que la esperanza es lo ultimo que muere y no la llevaremos a la tumba con nosotros. Así es que mejor no espero a hacerme viejo esperando, mi lógica me dice que si no habrá un cambio pues mejor cambia tu, pero en vez tratar de que la idea cambie mejor cambiamos la idea.