que a veces dejo pasar.
¡Cuántos instantes he ignorado ya
capaces de haberme cambiado!
Y no hay oración
capaz de decidir por mí.
¡Oh, señor!, no queda otra opción
y jamás me vuelvo a arrepentir.
Siempre hay una disyuntiva
ante la cual siempre hay que elegir,
no queda otra alternativa
rápidamente hay que decidir.
Y no hay oración
capaz de decidir por mí.
¡Oh, señor!, no queda otra opción
y jamás me vuelvo a arrepentir.
Y no hay oración
capaz de decidir por mí.
¡Oh, señor!, no queda otra opción
y jamás me vuelvo a arrepentir ...
Héroes del Silencio
1 comentario:
Es buena... muy ad hoc
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